Comunicar a través de una red social o medio alternativo web está siendo cada vez más fácil y peligroso, pues en muchas ocasiones no se conocen a ciencia cierta de donde provienen esas informaciones o datos que circulan libremente por la red. Por eso, es necesario que los periodistas se planteen la necesidad de establecer parámetros o códigos de ética concretos en torno a la comunicación digital para evitar que sea deformada desde su nacimiento.
En Venezuela hemos visto como recientemente se ha hecho circular rumores sobre quiebras e intervenciones de bancos y casas de bolsas; asimismo, sobre el fallecimiento de tal o cual personaje público que incluso han arrastrado a medios tradicionales por el afán del “tubazo” a reseñarlo, para tener después que desmentir o aclarar esa situación. La llamada ola de rumores de las redes sociales plantean un reto para los periodistas, que deben saber muy bien a quien creerle y a quien desechar de inmediato.
Al ser los ciudadanos comunes quienes minuto a minuto están nutriendo la comunicación digital, el periodista necesariamente debe tener la capacidad de evitar dejarse arrastrar por esa tendencia y aprovechar los datos que puedan ser verificables y descartar lo que proceda de laboratorios de guerra sucia, especulaciones e incluso bromas de mal gusto. Tal vez es difícil que cada periodista pueda lograr eso por su cuenta, por ende es indispensable que como gremio se abra una gran discusión en torno a la era digital y cómo viene afectando el ejercicio de la profesión, para así plantear un gran código de ética para esa nueva realidad.
Vale destacar, que cuando se creó la Ley del ejercicio del Periodismo y el código de Ética del Periodista, la realidad y el mundo era distinto, no existían las redes sociales, ni las capacidad de informar a todo el mundo en tiempo real. Era impensable plantear reglas para una comunicación tan dinámica como la de nuestros tiempos, pues el proceso de recolección y reseña de una información eran muy diferentes, más elaborados y pausados. Hoy día, para estar a la par de la sociedad todo debe ser más rápido, pero eso no debe implicar que menos ético o profesional.
Publicado por Mariam Alvarado
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